Nunca me había imaginado, lo triste que era despedir a mi Padre y Madre a la vez.
Y como no dar las gracias a Dios por este papá y mamá que tuvimos por casi toda la vida de nosotros.
No nos deja una herencia financiera, sino una herencia de principios que formaron nuestras vidas y que a la vez están formando nuestros hijos.Estos principios invaluables que marcaron nuestro crecimiento como: amor a los hijos a la familia, responsabilidad, generosidad, honestidad , ayuda a los demás, ganas de ser alguien, de estudiar, de ser grandes cada día más, de pellizcarnos a ver si estamos vivos, y tener una ganas de crecer y que no nos quedara nada grandes.
Nos enseño a usar la maquina de coser, a tejer en dos agujas ( las de el eran dos radios de la bicicleta), a querer a los hijos como lo mas importante, a no quitarle nada a nadie, a ser correctos, a tener todo lo necesario de manera que no tuviéramos que prestar nada a nadie, a compartir las cosas que traíamos a la casa.
Con su abastos, provisionaba a sus vecinos que no tenían plata para el transporte, para el desayuno; con el primer teléfono que llego al barrio , era el que informaba si nacía alguien, se enfermaba o se moría algún vecino; con su carro, que era ambulancia, hacia trasteos, llevaba equipos de futbol, etc.
Siempre había un apunte jocoso a cualquier persona que llegara a la casa, y de eso se recuerdan mis compañeras de estudio.
Eso si era un matemático puro, tenia una agilidad mental para hacer cuentas y sumas largas a todos los que compraban en el abasto sin usar calculadora.
Solo me queda tristeza, pero con el alma tranquila, porque el fue bueno y yo fui buena con el.A continuación las palabras de mi hermana para el funeral ya que por estar vivienda en Lima no pudo viajar a Colombia.
La famosa frase que dice “Madre solo hay una y padre puede ser cualquiera” no describe mi caso, no conocí a mi madre pero si tuve padre durante todos mis largos 42 años de vida es por eso que hoy no estoy despidiendo tan solo al padre sino al que fue padre y madre a la vez.
Cuando pienso en mi padre la palabra que más me resalta es la del orgullo, siempre estuve orgullosa de el, que nos dio la razón por la que podemos caminar con la frente en alto pues siempre fue una persona digna, un líder en su comunidad, un ejemplo para todos y le doy a gracias a Dios que su semilla ha dado buen fruto pues todos mis hermanos y yo somos personas de bien, trabajadoras y honestas como él.
No era muy cariñoso ni expresivo, jamás se sentó conmigo a escucharme mis problemas, pocas veces salimos juntos a divertirnos pero a cambio me enseñó a estudiar, a trabajar y a ser honrada. Me enseñó que los hijos son primero y a no importarme el sacrificio que tenga que hacer con tal de darles a ellos todo lo que necesitan. Por esa razón estoy tan lejos de mi terruño porque sé que aquí puedo cumplir el sueño que mi padre me transmitió, hacer que mis hijos sean más grandes que yo.
Una vez más la muerte nos recuerda que Dios es vida y que a Él debemos acudir siempre pues no sabemos cuándo debemos rendirle cuentas.
Les agradezco a todos los familiares y amigos que están presentes por demostrar así su cariño dando el abrazo que yo no puedo dar por la distancia. Tan solo me queda agradecer a mis hermanos en especial a los mayores pues ahora son ustedes los que representan las columnas de la familia en ausencia de mi padre.
Los quiero mucho y los extraño, que el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo estén con todos ustedes.
Amen
